MODO DE USO

1. Preparación: Coloca el rodillo de hielo en el congelador durante unas horas hasta que esté adecuadamente frío.

2. Limpieza: Comienza con el rostro limpio. Elimina cualquier maquillaje o impureza con tu limpiador habitual.

3. Técnica de rodar:

 – Empieza en el centro de tu rostro, como la frente o las mejillas.

 – Rueda el rodillo de hielo suavemente en movimientos hacia arriba y hacia afuera.

 – Continúa rodando por todo el rostro, cubriendo áreas como las mejillas, la línea de la mandíbula y debajo de los ojos.

 – Sé delicado alrededor de áreas sensibles como los ojos y los labios.

4. Áreas de enfoque:

 – Para ojos hinchados o círculos oscuros, rueda suavemente el rodillo de hielo debajo de los ojos desde las esquinas internas hacia afuera.

 – Para calmar el enrojecimiento o la irritación, concéntrate en áreas propensas a la inflamación, como las mejillas o el mentón.

5. Duración: Rueda el rodillo de hielo durante unos 5 a 10 minutos. Evita el uso prolongado en un área para prevenir enfriar demasiado la piel.

6. Finalización: Después de usarlo, limpia el rodillo con un limpiador suave y sécalo antes de devolverlo al congelador para su uso futuro.

7. Frecuencia: Puedes usar el rodillo de hielo diariamente como parte de tu rutina de cuidado de la piel, especialmente por la mañana para despertar tu piel o por la noche para relajarte después de un largo día.

Usar un rodillo de hielo ayuda a reducir la hinchazón, calmar la irritación y mejorar la circulación, dejando tu piel fresca y rejuvenecida.